Érase una vez ...

Un chaval que con 13 años soñaba con montañas y aventuras, muy inteligente según los test que le hacían en la escuela, pero el sistema educativo le aburría, aunque aprobaba con buenas notas, le faltaba mucha motivación para dar lo mejor de sí mismo. Pasaron los años, instituto, universidad no acabada, combinada con trabajos desmotivantes, pasando por diferentes deportes individuales y de equipo, artes marciales y salidas a la montaña a escalar, que le enseñaron las bases importantes para el desarrollo de una persona, hasta que descubrió su auténtica pasión, guiar personas por las montañas, transmitiendo ese amor por la naturaleza que desde niño había sentido y sacando lo mejor que esas personas a las que guiaba llevaban dentro. Durante sus estudios para sacarse las diferentes titulaciones de guía, destacaba, sacando las mejores calificaciones de las diferentes promociones, no hay nada como hacer cosas con motivación, lo cual le iba trayendo la confianza en sí mismo que siempre le faltó en su época de estudiante. A la vez que recuperaba esa autoconfianza y el placer de ir en búsqueda de la excelencia profesional y personal , iba descubriendo el significado de palabras hasta ese momento desconocidas para él, como: motivación, confianza, crecimiento personal, inteligencia emocional, toma de conciencia, presente, escucha activa, comunicación inclusiva, agradecimiento, resiliencia, compasión, perdón, amor, miedo, culpa, etc. de manos de grandes maestros que por desgracia algunos de ellos nos dejaron pronto, como su mejor amigo Ricardo Gómez Rodríguez o la también desaparecida Joaquina Fernández, sin olvidar la que todavía es su terapeuta y maestra Raquel Lozano Carrión que tantas cosas le ha ido enseñando a lo largo del tiempo, Rut Nieves, gran amiga, arquitecta de emociones y escritora, entre otros, del libro -Cree en tí - y por supuesto Carolina Sala Burgos, coach sistémico, mucho más que una gran amiga y colega, su alma gemela y una de las personas más inteligentes e influyentes que ha conocido en su vida. Después comenzaron épocas de grandes viajes, proyectos empresariales, encuentros con gentes maravillosas que le iban enseñando el auténtico sentido de la palabra vida, experiencias docentes con maravillosos grupos de alumnos de todas la edades. Parecía que quisiera comerse el mundo, hasta que llegó el inicio de una de las etapas más importantes de su vida que le trajo un gran aprendizaje. Todo comenzó con el nacimiento de su hijo, el que será en adelante, sin duda, su gran maestro, seguido de una época dura de rupturas, muertes, de su mejor amigo, su hija unas semanas antes de nacer y de su padre que marcarían esta etapa. Todo esto que a simple vista pudiera parecer un sin fin de fatalidades, no fue más que la plataforma perfecta para aprender a aceptar, a confiar, a amar de verdad, a salir adelante en circunstancias adversas, a mirar más hacia dentro que hacia afuera, a poder sentir lo afortunado que era por haber podido tener todo ese aprendizaje anterior a través del contacto con la naturaleza, el deporte, la montaña y todos l@s grandes maestr@s que había tenido en tantos viajes; cursos, ascensiones y experiencias personales. Y aquí sigue, dejando que la vida le siga sorprendiendo y dispuesto a acompañarte en tu camino, usando todo lo aprendido a través de su experiencia vital y tantos años de PROFESIÓN con mayúsculas.